Hola somos Carla Llamas y María Romero del Ciclo de Administración y Finanzas del grado superior en la Escuela Profesional Xavier. En el día de hoy vamos a hablar de la logística y la logística inversa.
La logística es una parte del proceso de la cadena de suministros, que se encarga del proceso desde que el cliente realiza un pedido hasta que el producto o servicio ha sido entregado y cobrado,
por lo tanto la logística es una parte de este proceso centrada en el almacenamiento de productos, en su transporte y distribución.
La cadena logística tiene diferentes funciones según el tipo de empresas:
Empresas industriales
Aprovisionamiento y selección de proveedores
Producción
Distribución comercial, gestión de almacén y de medios de transporte.
Servicio post venta, gestión de pedidos…
Empresas comerciales:
Aprovisionamiento y distribución
Mayoristas compran directamente del fabricante y la reventa se efectúa a empresas detallistas o puntos de venta.
Las empresas detallistas pueden comprar al fabricante o al mayorista y las ventas se dirigen al consumidor final.
Empresas de servicios:
Satisfacen las necesidades de los clientes a través de los servicios que prestan.
Generalmente los bienes no se almacenan.
La logística trata de satisfacer la demanda, en las mejores condiciones de servicio, coste y calidad posibles, además de garantizar una buena calidad del producto o servicio vendido.
A la hora de adquirir una buena planificación logística, se necesitan una serie de objetivos para poder llegar a ello, en primer lugar adquirir materiales con buenas condiciones, rebajar los gastos de transporte y los costes de manipulación y reducir el número de revisiones y control de existencias.
Finalizado todo el proceso de la logística para que el producto o servicio llega en buenas condiciones al cliente, puede haber algún desperfecto en el producto o servicio, por lo que el cliente, podrá realizar la devolución al distribuidor y después el distribuidor al proveedor, para recuperarlo, repararlo, reciclarlo o eliminarlo, este proceso se le denomina logística inversa.
Es imprescindible tener en cuenta a la hora de coordinar un método de logística inversa efectivo las tres “R”: reciclar, reutilizar y revalorizar. Esto facilita la reelaboración y desecho de los bienes materiales y facilita la creación de canales de recogida de todo tipo de residuos.
Sus etapas incluyen la recuperación, clasificación, desmontaje, reacondicionamiento, reciclaje y eliminación adecuada de productos.
Todo este proceso requiere su tiempo y un coste, pero para poder reducirlo podrás realizar una serie de procesos para facilitar las cosas:
Ayudar al cliente a devolver su pedido
Crear un protocolo de gestión de almacenamiento
invertir en tecnología
Fomentar la sostenibilidad y el reciclaje
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